abril 25, 2009

La paradoja Phillips

Durante una de mis tantas conversaciones con mis amigos en 'El Cafetal', llegue a una conclusión paradójica la cual he llamado la paradoja Phillips. Esta paradoja refleja en la responsabilidad, el trabajo, y los encuentros de amigos, salidas o cualquier forma de entretenimiento o diversión.
En otras palabras, uno trabaja para obtener dinero para poder salir con sus amigos, sin embargo, a medida que uno trabaja, más incrementan sus responsabilidades, lo cual causa que tenga menos tiempo para salir uno con sus amigos, a pesar de su ingreso monetario.
Para hacerlo más simple, cuando uno progresa en su trabajo, más gana, pero menos tiempo tiene para gastar este dinero.
Y ¿a qué se debe el nombre Phillips? Bueno, si bien es cierto que desarrolle la paradoja Phillips, la idea no me vino así no más. Le debo el nombre a mi buen amigo Esteban Phillips, que en una de sus meditaciones de odio en contra de su trabajo, se dió cuenta de este suceso y la denomine paradoja en su honor.
Así que, queridos lectores, esten atentos porque la gran mayoría de las personas sufren de esta paradoja apenas se inician en los caminos del mundo laboral y muy pronto tendrán mucha plata para gastar, pero muy pocas oportunidades para usarlo con sus amigos.

abril 02, 2009

No muy políticamente correcto

Visto que pretendo ser poco ético en cuanto a lo que se considera políticamente correcto, no hay mejor forma de empezar que esta.

El hablar de manera "políticamente correcta" me hace pensar en los eufemismos creados por personas para referirse a otras personas sin incitar ofensa alguna. Por ejemplo hablar de gente de color o afro-americanos (coloured people) en vez de gente negra, o personas con capacidades diferentes (differently-abled) en vez de minusválidos.
Encuentro curioso que la gente pase tanto tiempo, sobre todo dentro de Estados Unidos (EE.UU.), preocupándose por como referirse a personas diferentes sin causar ofensa alguna, en vez de preguntarles como desean que se les refiera. Esto presenta un problema para mi. En primer lugar, porque no me parece que se toma en cuenta las emociones de las personas referidas. Se habla de ellos de manera que si se dice algo fuera de lugar, se invoca a una ira y odio no solo de esa persona pero en un enfoque más social. Se habla de odio hacia todas las personas que comparten ese mismo atributo, principalmente el racismo y la insensibilidad. Todos hemos visto la típica comedia donde el chico blanco se refiere al grupo de negros como "you people" y empieza la confusión de términos entre ustedes y la gente de su raza. Claro es gracioso ver estas situaciones, pero dejan a uno pensando si en verdad con el cambio de palabras, ¿se previene el racismo o no? ¿Se previene la insensibilidad o no?
Presiento que en cierta forma, al hablar de manera PC de personas diferentes, más que hacerlas más cómodas, invocamos a una especie de tabú acerca de diversos términos, en otras palabras nos estamos censurando. Por miedo a no ofender a alguien, debemos callarnos y pensar en una palabra más amistosa. Por citar uno de los ejemplos exagerados de Umberto Eco en su colección de ensayos "A paso de cangrejo", propone cambiar los términos barrendero por técnico ecológico, o abogado por técnico legal. Esto no solo nos lleva a reformular nuestro vocablo radicalmente, sino también se nos impone un límite en la forma de expresión.
Los problemas de lo PC no solo merodean las aguas del racismo y los minusválidos, también se empiezan a filtrar dentro del movimiento feminista (ojo que esto no es un ataque al feminismo). No es tan notorio en el español como en el inglés, pero lo PC afecta ahora los títulos de trabajo, cambiando palabras como fireman a firefighter o fireperson, u otro más notable como a chairman a chairperson. Son cambios medio tontos, pero son causados para no ofender a mujeres participando en puestos antes solo ofrecidos a hombres y que poco a poco están cayendo. Sin embargo hay otros más absurdos como el cambio de woman a womyn (que todavía no se da), debido a que la palabra man (hombre) se encuentra contenido en la forma original. En este caso en particular, ya no se trata de censurar sino de cambiar el léxico mismo.
Como se puede notar entonces, el PC presenta muchos problemas. Encuentro que términos como afro-americano o personas con capacidades diferentes, más que integrar a la gente a la comunidad, los excluye porque hacen resaltar sus diferencias más de lo que tal vez ellos deseen. En segundo lugar, presenta una auto-censura no solo a nosotros mismos, si no al lenguaje mismo lo cual no debería ocurrir ya que la censura al lenguaje lleva a la censura de la expresión. Tercero, hay que tener en cuenta que aunque puede mostrar opciones sensible a ciertos movimientos culturales ayudándolos, también demuestra ideas tontas que no parecen más que caprichos.
Por último, debemos tener en cuenta que a pesar de que cada uno es libre de hablar como desee, también debemos tener en cuenta de como cada uno quiere que se le refiera en retorno. A pesar de estar en contra de lo PC, también tengo en cuenta que hay términos dañinos. No por ello voy a dejar de usarlos, sin embargo a las personas que piden que les gusta ser referidos por ciertos términos, respeto. Al final este es el problema de lo PC, no hay respeto cuando nos referimos a nuestros semejantes.

Bienvenidos

Bueno, quisiera en primer lugar agradecer y darles la bienvenida a todas las personas que me han incitado a escribir (no necesariamente en un blog) y a uds. queridos lectores que si no solo se meten por curiosidad a leer y comentar acerca de las divagaciones mentales de un ser que para que lo conocen, muy poca coherencia posee, para al menos informarse, en un punto más personal, acerca de las opiniones fuera de foco de este "escritor/blogger".
Quisiera también informar a los que recién se conectan por primera vez (que en verdad son una gran mayoría visto que esta es el primer texto publicado), que no pretendo ser políticamente correcto, a si que si no les agrada mucho esa idea pueden retirarse y no son obligados a leer nada.
Por último...bueno no se me ocurre en realidad una idea para continuar esta pequeña introducción. Así que sin más preámbulo, les invito a que se unan a mi pequeña isla.

Atentamente,
Martín Alonso